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Ruta de los CAMINOS

LA RUTA DE LOS CAMINOS TE OFRECE LA OPORTUNIDAD DE VIVIR UNA EXPERIENCIA EVOCADORA Y DIFERENTE, MIENTRAS DISFRUTAS DEL IMPRESIONANTE PATRIMONIO CULTURAL DE ÁLAVA. LOS TESOROS HISTÓRICOS REPARTIDOS EN SU RECORRIDO SON UNA INVITACIÓN A VIAJAR EN EL TIEMPO Y DESCUBRIR CÓMO ERA LA VIDA DE NUESTROS ANTEPASADOS.

El punto de partida de la ruta es Vitoria-Gasteiz. Tras el checking en tu alojamiento, te proponemos perderte por las calles de su Casco Medieval, declarado Conjunto Monumental. Este breve y atractivo paseo vespertino por nuestro pasado te llevará a una de sus joyas, la Catedral de Santa María, del Siglo XIV. (1)  Nuestra querida Catedral Vieja se erige sobre las ruinas de una primitiva iglesia de la aldea de Gasteiz. Podrás descifrar su historia paseando por el triforio, contemplando su espectacular portada gótica o subiendo a su antigua torre defensiva. Desde su atalaya podrás disfrutar de una singular panorámica de la ciudad. También, en el paso de ronda, podrás contemplar los montes que rodean la ciudad.

 

Después, callejeando por la Almendra Medieval recorrerás parte de la Ruta del Camino de Santiago en la ciudad. Así, llegarás a nuestra segunda cita con la historia, la Muralla del Siglo XI (2)  que rodeaba la antigua aldea de Gasteiz. Tanto si accedes al tramo antiguo, desde el Cantón de Las Carnicerías, o al tramo nuevo, en la calle Fray Zacarías Martínez, donde se ubica La Nevera, sus paredes derrochan atavismo de épocas pasadas.

Tras deleitarte en la Muralla, llega el momento de reponer fuerzas y descansar para las sorpresas que nos aguardan al día siguiente. Seguro que encuentras una opción ajustada a tus gustos y a tu bolsillo entre la gran oferta de restauración y ocio que ofrece Vitoria-Gasteiz.

Al día siguiente, nuestro primer destino te llevará la localidad de Alaitza, en la Cuadrilla de la Llanada Alavesa. Saliendo de Gasteiz por el este, date un baño de historia en las Termas de Arkaia que encontrarás en tu trayecto. Una vez allí, te encontrarás con una de las joyas de la Llanada, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (4) , del Siglo XIII. Al contemplar las valiosas pinturas rojizas de su ábside, donde priman las escenas bélicas, te sumergirás en un abanico de fascinantes leyendas sobre el devenir de la historia en la región.

A cuatro kilómetros de distancia, en la localidad de Gazeo, un pequeño templo románico, San Martin de Tours (3) , guarda con mimo en su interior otra de las joyas de la Llanada. Sus espléndidas pinturas murales del siglo XIV dotan a cada pared y cada vano de nuevos e infinitos significados.
Esta miniruta de Iglesias Pinceladas será el preámbulo perfecto para una parada técnica en Agurain para comer y registrarte en tu alojamiento. Fundada en 1256 por el rey castellano Alfonso X ‘El Sabio’ sobre la aldea de ‘hagurahin’, la villa ha sido históricamente un enclave fronterizo estratégico en las disputas entre las Coronas de Navarra y Castilla. Las cuidadas Muralla y Villa Medieval de Agurain, (5)  salpicada de edificios blasonados, son testimonio de una forma de vida respetuosa con la historia y la cultura que te embargará.

Como colofón al día, acércate a la localidad vecina de Zalduondo para visitar el Palacio Renacentista de los Lazarraga-Amézaga, sede del Museo Etnográfico de la localidad (6) . Un edificio singular de la Llanada Alavesa oriental para un museo plural en contenidos, donde conocer todo sobre la Ruta Jacobea a su paso por esta comarca y nuevas perspectivas de la historia, la geografía, la etnografía, el folklore y el arte alavés.

A la mañana siguiente, partirás hacia la Cuadrilla de Montaña Alavesa. A medio camino, en el puerto de Opakua, regálate el fabuloso espectáculo de formas y colores superpuestos que se disfruta desde su mirador. Siguiendo el Camino Ignaciano, conocerás lugares memorables como la Ermita de Elizmendi, en Kontrasta (7) , la Iglesia de San Vicente de Arana (8) , exponente del plateresco vasco con dos retablos mayores superpuestos o la singular localidad de Santa Cruz de Campezo (9)  . Sin darte cuenta, con el regusto de lo contemplado aún presente, llegarás al último hito de nuestra ruta, la Villa Medieval de Antoñana (10) , enclave destacado del Camino Ignaciano.

Levantada en 1182 por el rey navarro Sancho el Sabio, aún hoy conserva parte de su muralla, cubos y arcos de entrada. Hay edificaciones con escudo que denotan un pasado nobiliario, entre los que destaca la Iglesia de San Vicente Mártir, antiguo templo fortaleza.

Toca despedirse. Si en tu viaje de vuelta, te descubres con una sonrisa dibujada en el rostro, significa que volveremos a vernos. Hasta pronto.