Ruta de los Sentidos - arabaturismo
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Ruta de los Sentidos
La Cuadrilla de Ayala, inicio de nuestra Ruta, nunca defrauda al viajero por su diversidad de escenarios. Allí, en las faldas de Sierra Salvada, se encuentra el Embalse de Maroño (1). Refugio de aves migratorias, se trata de un hábitat de enorme encanto que despierta los sentidos. Tómate tu tiempo. Siéntate y contempla el paisaje.
Después, entrada la tarde, piérdete en alguna de las maravillosas bodegas de la Ruta del Txakoli (2) repartidas por el Valle. En ellas, cada rincón esconde los secretos de este tradicional caldo. No importa cuál elijas, seguro que vivirás una experiencia cultural y gastronómica casi mística.
Para reponerte de tantas emociones puedes hacer noche en alguno de los establecimientos de la propia Ruta. Agroturismos, casas rurales, apartamentos y hoteles que ofrecen paz y descanso a todo tipo de viajeros.
Al día siguiente, la Ruta ofrece emociones fuertes desde el principio con el espectacular salto de agua que dibuja el Salto del Nervión (3). Desde su impresionante mirador, con un abismo de más de 220 metros, las sensaciones se multiplican. Nuestra Ruta, sin embargo, te invita a disfrutar de otras perspectivas de la cascada. En el sendero que las aguas forman por el desfiladero de Delika, en dirección opuesta al curso del río, podrás pasear bajo el torrente de agua. También puedes disfrutar de una visión del salto, casi a cámara lenta, desde la parte baja del valle. Necesitarás un tiempo para “aterrizar” antes de dirigirte a la Cuadrilla de Zuia-Gorbeialdea, segunda parada en esta particular miniruta contra el vértigo. En un imponente alto, donde confluyen los arroyos Jaundia y Basabe con el río Oiardo, se forma la mítica Cascada de Goiuri/Gujuli (4). Desde su mirador, frente al precipicio líquido, disfrutarás de una panorámica cuya inmensidad te dejará absorto. No es casual que en este paraje casi mágico se concentren preciosas granjas y negocios autóctonos. La visita a las queserías y a la Cervecería Artesanal Baias se antojan irrenunciables.
Recobradas las fuerzas, a las faldas del Parque Natural de Gorbeia te esperan dos nuevos estímulos. En el centro del valle de Zuia se erigen las Peñas de Oro, en cuya cumbre se encuentra el lugar de culto más destacado del valle: El Santuario de Oro (5). Desde Murgia, la bella carretera que pasa por Bitoriano, te llevará entre escenarios verdes hasta el pie del Santuario.
Muy cerca de allí, desde la vecina localidad de Sarria, puedes acceder al Centro de Interpretación y Acogida del Parque Natural de Gorbeia en su vertiente Alavesa. Conocido como el Parketxe de Sarria (6), en el centro se muestra la riqueza natural del parque y sus recursos, y dispone de un área recreativa equipada con juegos, mesas y bancos para desconectar.
Se acerca la noche y Vitoria-Gasteiz te espera para acogerte con los brazos abiertos. Una vez acomodado, regálate un buen plan y acércate a la renovada Plaza de Abastos (7). Entre puestos, déjate llevar por los aromas de los mejores productos frescos de la huerta y granja alavesas o degústalos en los gastrobares que ocupan el antiguo lavadero. Los jueves y sábados por la mañana la visita adquiere un sabor aún más popular con el Mercado de Productores Alaveses.
Al día siguiente, toca satisfacer otros sentidos. Para ello, qué mejor que una oferta «dos en uno». En el corazón del Casco Medieval te toparás con el imprescindible Museo Bibat – Arkeologia, Fournier de Naipes Museoa (8) . El solemne y renovado Palacio de Bendaña y su edificio anexo albergan un atípico complejo museístico que agrupa dos muestras «top». El Museo de Arqueología de Álava donde se conservan los testimonios materiales más antiguos de la historia alavesa desde los orígenes prehistóricos hasta la Edad Media. Y el Museo Fournier de Naipes, con una de las colecciones más importantes del mundo en su género.
Tras una experiencia atávica por partida doble, date un último homenaje antes de despedirte de nosotros. Las bulliciosas calles y cantones aledaños al Museo son el sitio ideal para degustar pintxos memorables y hacer amigos.
De vuelta a casa, sentirás que algo en ti, sin saber exactamente qué, ha cambiado para siempre. La excusa perfecta para volver a visitarnos en busca de respuestas. Hasta pronto.